"UN 90 ANIVERSARIO" Articulo de D. José Ramón Solano, Presidente del Comité del 90 Aniversario del que forma parte la Asociación de Veteranos del Hércules CF

"El día 20 de Octubre de 1922 se aprueba por la Superioridad el Reglamento por el que se rige la sociedad conforme al artículo 4º de la Ley de Asociaciones. Su domicilio social era el Paseo de los Mártires ( hoy Explanada ), si bien sus orígenes oficiosos se remontan a 1914 en un bar de la calle Gerona esquina a la Plaza Calvo Sotelo.

Pistoletazo de salida a una larga historia que no tiene una esperanza de vida marcada de antemano. Carece de fecha de óbito predecible, y sólo sus cimientos, una buena gestión y una afición fiel permitirán que no exista duelo y tenga una vida infinita. Difíciles momentos ha atravesado el Hércules, y éste, en particular, está plagado de grises, recién descendidos tras una larga travesía en el desierto y un efímero disfrute en la aristocracia de las Ligas Mayores, a lo que se suma un concurso de acreedores con cifras de deuda preocupantes; pero puestos a elegir, prefiero la botella medio llena, la esperanza a la melancolía, la del gol balsámico en el minuto 91, la de los vestuarios comprometidos y unas buenas batutas que eviten los desafinados y armonicen los decibelios arrítmicos mientras se convierten en la fantasía que alimenta los sueños.

Siempre he mantenido que en el fútbol existe un decálogo de acciones que deben emprenderse para lograr el éxito. No garantiza que el cumplimiento escrupuloso de los protocolos sea sinónimo de su consecución, pero incumplir alguno de sus mandamientos siempre conduce inexorablemente a la autodestrucción. Nuestra historia está plagada de los extremos, desde una Presidencia que nos llevó a una situación de privilegio en que la 1ª División era nuestro domicilio habitual, hasta llegar a conocer extravagantes pueblos ignotos de la Comunidad en nuestros lamentables episodios de la 2ª B; todo conforma nuestra historia, desde lo más sombrío hasta un gol de Sanabria en el Bernabéu o un córner olímpico de Kempes.

Cuando la Ley del Deporte obligó, salvo a unos pocos, a que se capitalizaran en sociedades anónimas deportivas, yo fui testigo presencial de un cambio de época, pasamos bruscamente de directivos a consejeros, de asociaciones a S.A.D., de reuniones hasta altas horas de la noche y luego un tentempié en el Guillermo, a refinadas sesiones de Consejos de Administración formalmente constituidas a través de convocatorias. No es este el día para recordar las deudas de los clubes con las Administraciones Públicas, sólo 752 grotescos millones de euros con la Agencia Tributaria, pero sí para reconocer que aquélla Ley no fue la panacea.

Por eso me gustaría volver con nostalgia a los tiempos pretéritos a las SAD, quiero retornar a la época en que los colores, el escudo y los sentimientos eran el único patrimonio reconfortante que atesorábamos. Bendita pobreza diría yo, porque administrar escasos recursos nos obliga a leer nuevamente el catón de la caja de los sueños cuya palabra de paso previa a su apertura era ilusión, justo la misma que hace 90 años sedujo a una persona, que con deformidad física, convirtió ésta en un motor de dos tiempos cuyas revoluciones no han dejado de girar de forma ininterrumpida, más lentas y con entradas en taller de reparaciones, o aceleradas conforme nuevos ingenieros iban incorporando mejoras al original. Chepa para nosotros no es un jorobado repulsivo al que pasar un décimo de lotería por su espalda, sino un símbolo talentoso de que las dificultades sólo se superan con épica, esfuerzo, imaginación, coraje y perseverancia.

Y por eso estamos aquí hoy, para recordar que no fue una pesadilla lo que tuvo el venerable Vicente Pastor de la Llosa Alfonsea cuando él y sus chicos utilizaban el Paseo de Gómiz y con pelotas de trapo sacudían a palmeras y farolas. Falleció prematuramente a los 37 años, dejó de ser mancebo de botica pero antes de partir a su postrer viaje nos legó a un héroe mitológico fuerte, invencible e inmortal de grandes hazañas.

Antes les decía que sólo una fiel afición alimenta a los gladiadores del césped, y aquí a nuestro lado, hay un hermoso ejemplo, un ser anónimo cuyo nombre tengo el honor de darles a conocer, Juan Ferri Celdrán. Don Juan también va a cumplir 90 años, es el socio nº 8, y simboliza con su presencia lo que hoy queremos gritar a los cuatro vientos, que sí, que estamos vivos, que en sus casas, en el estadio, en las peñas, en los bares, en las tertulias, hay otros muchos seres anónimos a los que el corazón les late más apresurado cuando el azul se cataliza con el blanco. Sale poco de casa, y su sacrificio por estar aquí entre nosotros, representa el más sentido homenaje que nos puede regalar.

Y está también entre nosotros una leyenda viva, otro de los nuestros. Es Pascual, o Parra como era más conocido. Nosotros le dimos un poquito de educación que le sirvió de acicate para triunfar en su casa, adquirir reputación en Murcia y Mallorca, y volver en su madurez para ayudar en el penúltimo ascenso de la temporada 95/96 devolviendo con fidelidad a quién le puso en la senda del éxito que él sólo se ganó a pulso.

Estos dos ejemplos representan la vidriera emplomada de personas que a lo largo de sus vidas nos han acompañado, que se van renovando, se suceden y que entre todos siguen alimentando los sueños que nunca mueren. Por eso estamos hoy aquí, para demostrar que estamos vivos y para recordar y agradecer a todos aquéllos que nos han hecho llegar hasta cumplir la odisea de estos fascinantes 90 años. No es una metáfora, sino una realidad, todos vosotros nos hacéis grandes".

Alicante, 20 de Marzo de 2012

José Ramón Solano Rodríguez
Presidente del Comité del 90 Aniversario